El jengibre es una de las plantas medicinales más famosas, que se utiliza tanto en medicina para el tratamiento de diversas enfermedades como en la cocina para dar a los platos un sabor especial y picante. La raíz de jengibre comestible son los rizomas crudos o procesados de la planta perenne Zingiber officinale, que es originaria del sur de Asia, aunque hoy en día el jengibre se cultiva en varias regiones tropicales: Asia, Australia e incluso África occidental.
Las propiedades medicinales del jengibre se conocen desde tiempos inmemoriales: hace dos mil quinientos años, en la antigua China, se preparaba té de jengibre para tratar los resfriados, como agente de calentamiento. No menos famosa fue otra propiedad útil del jengibre, a saber, su capacidad para aliviar las náuseas: los indios americanos preparaban decocciones de raíz de jengibre para superar las náuseas. Las propiedades medicinales del jengibre eran bien conocidas en el antiguo Japón, India y otros países del sudeste asiático. Y después de que el jengibre fuera traído por primera vez a Europa en la Edad Media, la raíz de la planta rápidamente se hizo conocida como un remedio “milagroso” para prevenir la peste, el peor flagelo de la civilización europea en la Edad Media.
Las propiedades beneficiosas del jengibre se explican de manera bastante simple: el rizoma de jengibre contiene muchas vitaminas, minerales y aminoácidos útiles, incluidas las vitaminas C, B1, B2, aminoácidos esenciales necesarios para el funcionamiento normal de todos los sistemas del cuerpo, aceite esencial, minerales ( sodio, potasio, zinc).
Uso
La raíz de jengibre tiene muchas propiedades beneficiosas y se usa en forma de decocciones e infusiones para el tratamiento y prevención de una variedad de enfermedades, desde resfriados hasta artritis.
Uno de los principales usos del jengibre es su uso en el tratamiento y prevención de resfriados. El jengibre tiene propiedades antiinflamatorias, por lo que el té de jengibre es sumamente útil en el tratamiento de enfermedades de la boca y la garganta (por ejemplo, dolores de garganta), resfriados, gripe. En algunos países europeos, por ejemplo, se preparan ginger ale y cerveza de jengibre calientes para tratar los resfriados, que se cree que ayudan a eliminar la enfermedad más rápido. Y en China, un remedio popular interesante para tratar la tos es una tortilla de huevo con raíz de jengibre. Además, en la misma China se preparan pastillas especiales a base de raíz de jengibre para tratar la tos.
Las compresas de jengibre ayudan con algunos dolores, como el dolor de espalda o el reumatismo crónico. Además, se cree que el jengibre ayuda a eliminar los dolores de cabeza.
Uno de los usos más comunes del jengibre es para combatir las náuseas. Numerosos estudios han confirmado que el jengibre puede hacer frente a cualquier causa y tipo de náuseas, ya sean los efectos de la quimioterapia, la toxicosis en las primeras etapas del embarazo, las náuseas causadas por el mareo por movimiento. Debido a la ausencia de efectos secundarios, las mujeres embarazadas también pueden tomar jengibre para eliminar las náuseas.
Otra propiedad útil del jengibre es su capacidad para normalizar el funcionamiento del sistema digestivo humano. Desde hace mucho tiempo se sabe que el jengibre mejora el apetito y el funcionamiento del sistema digestivo en su conjunto, y también es útil para los trastornos del metabolismo de las grasas o el colesterol. Por eso, otro uso común del jengibre es la lucha contra el exceso de peso. El jengibre acelera el metabolismo, estimulando así el proceso de quema de calorías necesario para mantener un peso normal. Además, el jengibre normaliza la función intestinal, facilita la descomposición y absorción de los alimentos, y regula el peristaltismo, el proceso de contracción de los músculos intestinales, por el cual los alimentos se mueven a través del esófago.